Cuando hacía poco más de un mes del inicio del 2025, algunos de los miembros más destacados de la realeza española se dieron cita con una boda 'royal' por todo lo alto: Fue el pasado 7 de febrero, cuando con motivo del enlace del príncipe Nicolás de Grecia, tanto la reina Sofía, como su hermana Irene así como su hija, la infanta Cristina, viajaron hasta Atenas. Allí, ellas y el resto de invitados a esta celebración por todo lo alto pudieron ver cómo el sobrino de la emérita -y por ende primo del rey Felipe- se daba el 'sí, quiero' con Chrysi Vardinogiannis en la iglesia de San Nicolás de Rangava.

Una mujer hasta entonces desconocida para muchos, cuyo pasado y presente comenzó a desgranarse desde la crónica real con el propósito de saber mejor quién era la nueva ilusión del príncipe griego. La que es ya su esposa, que no es poca cosa. Segunda esposa, cabe destacar, puesto que el hijo de Constantino y Ana María de Grecia ya había estado casado con otra mujer. Hasta hace muy poco además, ya que su divorcio de Tatiana Blatnik se anunció en abril de 2024. Tatiana, que a fecha a pesar del divorcio sigue siendo princesa. ¿Significa esto que compartirá título con su 'sustituta'?

Nicolás de Grecia y Chrysi
Gtres

Tatiana mantiene el título, pero Chrysi parece resistirse

Desde el momento en el que la Casa Real griega se hizo eco de la separación del príncipe Nicolás, desde los canales de comunicación oficiales de la institución se refirió directamente a que el título de Blatnik no se vería afectado por el fin de su relación matrimonial. Sea como fuere, y aunque hasta donde se sabe esto sigue siendo así, es evidente que su distancia para con la Familia Real es cada vez mayor. Más todavía después de la incorporación de Chrysi, la mujer de la alta sociedad e hija del magnate naviero Yiorgos Vardinogiannis que ahora ocupa el corazón de su exmarido.

La nueva princesa griega, la acuñaron muchos después de pasar por el altar. En cualquier caso, pareciera que este título asumido en realidad no estaría aplicando del todo a Vardinogiannis. Así lo refería el pasado 13 de febrero Andreas Megos, periodista griego experto en realeza, a través de sus redes sociales. Una publicación donde el cronista real exponía que "sí, es una princesa después de su boda con el príncipe Nicolás". Ahora bien, también señala que "en la página web oficial de la familia real griega, en la sección 'Familia Real', la Sra. Chrysi Vardinogiannis es referida sin el título de princesa, sino con su nombre completo, como una de las esposas de los otros miembros masculinos".

Ese en ese mismo post en su cuenta de Instagram, en la que acumula más de 12.000 seguidores, donde Megos señala a qué se puede deber esta forma de proceder. "Tal vez la Sra. Chrysi no considera necesario el título de princesa. Esto no debería verse como un error u omisión. No olvidemos a la esposa del difunto príncipe Miguel de Grecia, la Sra. Marina Karella, que no deseaba recibir el título de princesa después de su matrimonio en 1965", explica el periodista.

Los motivos que podrían explicar esta decisión

"Hay muchos debates en Grecia y en el extranjero sobre este tema, pero debemos respetar los deseos de la pareja y sus familias", dice Andreas, dando a entender que debiera esto ser comprendido partiendo de algo tan primario como que "solo la oficina de la familia real griega, a través de su página web, informa el protocolo y la formalidad seguida para la adecuada dirección a los miembros de la Familia Real". 

De este modo, y por lo pronto, Chrysi seguirá siendo Chrysi y no la princesa Chrysi en el tratamiento formal. Aparentemente, por convicción personal o consenso con su nueva familia política. Algo que, de acuerdo con otras informaciones disponibles, pudiera estar directamente relacionado con su inclinación política por el republicanismo, tal y como hacía saber el medio 'Informalia'. Lo anterior, así como con la relación cordial que hasta ahora la había unido a Blatnik en su participación en iniciativas solidarias. Un pasado en común que incentivaría la decisión de dejarla a ella como única princesa por una cuestión de respeto